El peronismo quiere capitalizar la guerra en Juntos por el Cambio y apura la unidad para no dar ventaja en el inicio de la campaña

El peronismo quiere capitalizar la guerra en Juntos por el Cambio y apura la unidad para no dar ventaja en el inicio de la campaña

#Mundo #News #Noticias

En el peronismo quieren aprovechar el caos que se vive en Juntos por el Cambio y dejar atrás su propia interna con rapidez
En el peronismo quieren aprovechar el caos que se vive en Juntos por el Cambio y dejar atrás su propia interna con rapidez

“Hay que gestionar y quedarse quietitos. Ver que les pasa a ellos. Era obvio que íbamos a terminar juntos y unidos. Y ellos se están matando”. En el peronismo se acomodaron en el sillón para ver la pelea de fondo que protagonizan los principales candidatos a presidente de Juntos por el Cambio. Hay que esperar el error del rival sin impacientarse. Así lo plasmó un funcionario de extrema confianza de Alberto Fernández que, pese a todos los pronósticos, está de nuevo inmerso en el escenario electoral.

En Unión por la Patria creen que en las horas que se aproximan hay que redoblar los esfuerzos para alinear la tropa y ordenar el espacio político, sumergido en una interna destructiva desde hace casi dos años. ¿Se solucionarán las diferencias profundas? No. Pero es necesario maquillarlas con rapidez y convicción. El pragmatismo es fundamental en estos tiempos. Lo saben todos. En especial en el peronismo, donde hay un culto a la capacidad de adaptación frente a la modificación abrupta de la realidad.

No son casuales las reuniones de Cristina Kirchner con Daniel Scioli y las del embajador en Brasil con Sergio Massa. Los gestos son importantes dentro del proceso electoral y, sobre todo, después de un cierre de listas, que siempre deja heridos a los que les cuesta poco usar el término traición. Las imágenes de los últimos dos días buscan retratar la unidad perdida a lo largo de los últimos años.

En un Juntos por el Cambio se empezó a librar una batalla cruenta entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich
En un Juntos por el Cambio se empezó a librar una batalla cruenta entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich

En las distintas terminales del oficialismo entienden que es momento de apresurar el ordenamiento interno para fortalecer la candidatura de Massa. Los resquemores tienen que quedar en el olvido o, en el mejor de los casos, esconderlos bajo la alfombra. En la reunión de Gabinete del último miércoles el pedido del flamante candidato presidencial fue concreto y contundente: cohesión y unidad.

Massa les pidió a su compañeros de Gabinete que colaboren para terminar con la interna del peronismo. Necesita que la dirigencia se enfoque en mantener la gestión a flote y sostener con firmeza su candidatura. Tiene en claro que la elección no es fácil y que el oficialismo tiene el deber de achicar las grietas internas para tener posibilidades de mostrarse compacto y con voluntad de seguir en el poder.

“Mientras ellos se matan, nosotros nos abrazamos”, dijo, con delicada ironía, una funcionaria kirchnerista frente a la foto de Massa y Scioli abrazándose en la puerta del Ministerio de Economía. Los enemigos íntimos bajaron las armas y dieron una señal de cercanía para silenciar los ruidos después del cierre de listas. “Scioli tiene un poder de resiliencia que no se puede creer”, advierten en Balcarce 50. El ex motonauta quedó afuera de todo en el último cierre. Aún así, aparece con la sonrisa amplia y la vocación de unidad en sus palabras.

Del otro lado la situación está desmadrada. La tensión fue creciendo en la última semana pero tocó su pico máximo cuando Horacio Rodríguez Larreta aseguró que Patricia Bullrich quería insistir con una fórmula que fracasó y que, según expresó el jefe de Gobierno porteño, fue la que puso en práctica Mauricio Macri durante los cuatro años que le tocó ocupar la Casa Rosada.

Sergio Massa le pidió a sus compañeros de Gabinete que contribuyan a calmar la interna del peronismo (REUTERS)
Sergio Massa le pidió a sus compañeros de Gabinete que contribuyan a calmar la interna del peronismo (REUTERS)

Bullrich entró en cólera y salió a enfrentarlo con la ferocidad de quien no está dispuesto a perdonar. “Fue una enorme bajeza moral”, dijo, además de asegurar que fue “oportunista” y que tuvo “falta de ética” en su comportamiento. La interna opositora explotó y no hay nadie con el suficiente poder para ordenar un ejército de dirigentes que están dispuestos a librar una batalla en las PASO, hasta que el último voto esté sobre la mesa.

Después del estallido de un nuevo conflicto entre Bullrich y Rodríguez Larreta, en el peronismo celebran la decisión que se tomó el viernes de llegar a un acuerdo para que haya un solo candidato a presidente. Entienden que unas PASO entre Daniel Scioli y Eduardo “Wado” de Pedro hubiesen sido “sangrienta”, como lo definió un importante intendente del conurbano.

En el oficialismo están convencidos que de ahora en adelante, y hasta el 13 de agosto, cuando se concreten las elecciones primarias, Juntos por el Cambio estará sumido en una interna sin límites, donde el golpe arriba o abajo de la cintura dé exactamente igual. “Ahora tenemos que ser inteligentes para capitalizarlo”, se sinceró un funcionario nacional con despacho en la Casa Rosada.

La mejor forma de hacerlo, sostienen, es que no haya voces disonantes que diluyan el nuevo clima que se generó en el peronismo después de la candidatura de Sergio Massa. Hasta el viernes reinaba el pesimismo y desde el cierre de listas en adelante empezaron a sentir que es posible ser competitivos -aún con un 114% de inflación interanual- e incluso ganar la elección en un balotaje.

Cristina Kirchner junto a Daniel Scioli, una de las postales de la semana
Cristina Kirchner junto a Daniel Scioli, una de las postales de la semana

“Había mucho ruido con Milei, con que se comía todo y eso no va a pasar”, se animó a plantear una dirigente peronista con experiencia en distintas batallas electorales. En el oficialismo no solo creen que haya que aprovechar el enfrentamiento que hay en Juntos por el Cambio, sino también que Javier Milei parece desinflarse, después de tocar un techo en las encuestas con un 25% de intención de voto. El libertario dejó de ser el fantasma que empujaba al oficialismo al tercer escalón del podio.

El peronismo trata de curarse las heridas autoinfligidas. Todos saben que lo deben hacer con rapidez porque a la sociedad hay que mostrarle otra cara de la realidad, muy distinta a la de la batalla dialéctica interminable que protagonizaron el albertismo y el kirchnerismo durante gran parte del gobierno.

Es un desafío enorme. Sobre todo teniendo en cuenta que ya aparecieron voces del mundo K dejando saber que la candidatura de Massa no es lo que esperaban. Son expresiones de deseo o, tal vez, de enojo. Incluso, de decepción, porque esperaban un candidato puro. Al kirchnerismo le cuesta más el pragmatismo. Pero siempre hay miradas que rompen la lógica. Una funcionaria K de primera línea lo graficó en un escueta oración: “Si Cristina dijo que hay que votar a Massa, todos iremos a votar a Massa. No hay discusión”.

Seguir leyendo:


source
Según infobae.com

Comments

No comments yet. Why don’t you start the discussion?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *