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La lluvia no da tregua y no la va a dar. Ni la lluvia, ni los vientos, ni la nieve. Mientras la borrasca Herminia llena de avisos rojos toda la parte noroeste de la península, las previsiones nos tienen a todos mirando a un Atlántico cargado de sorpresas.
Entre ellas, la nieve.
Lo que está haciendo Herminia. En los últimos días, todo el país ha estado girando en torno a Herminia. En algunas regiones (como Galicia) la intensidad de los vientos obligó a desviar vuelos y cancelar trenes. Lo peor, no obstante, aún no había pasado: este lunes será el día más fuerte del temporal. 16 comunidades autónomas tienen avisos de la AEMET.
Hasta el martes, Herminia desplegará un temporal más que considerable con viento, oleaje, lluvia y nieve.
Pero, como decíamos, Herminia no es más que el aperitivo. Según los modelos predictivos, dos nuevas borrascas van a atravesar la península. La primera hará su puesta de largo el mismo miércoles.
De hecho, el mismo martes empezará a entrar en el país una masa de aire muy fría de procedencia polar. Hablamos de "temperaturas a unos 5500 metros de altitud (500 hPa)", explicaba Sergio Escama en Meteored. Pero lo interesante es que lo notaremos aquí abajo.
¿Qué notaremos? El invierno. El invierno en estado meteorológicamente puro. Desde el miércoles el descenso generalizado de las temperaturas será evidente y la nieve afectará a la Cordillera Cantábrica, Pirineos, el Sistema Central, el Ibérico y otras zonas del interior. La cota de nieve no está clara aún, pero se espera que sea baja.
Y esa será solo la primera de las borrascas post-Herminia. Porque, según los modelos de AEMET, tras un miércoles-jueves muy entretenidos con la nieve (y sus problemas); le seguirá un fin de semana también revuelto. Es decir, el "tren de borrascas" se extiende hasta donde podemos ver con fiabilidad.
Esta precisión es importante porque, aunque ahora mismo existe la posibilidad de que esta segunda borrasca sea más intensa que las anteriores, el plazo de tiempo impide que podamos estimar su virulencia con exactitud.
¿Qué podemos hacer? Por suerte, las recomendaciones por ahora son las mismas: evitar desplazamientos innecesarios; prepararnos para el frío, el viento y la nieve; y estar atentos a las actualizaciones meteorológicas y de protección civil.
Ya sabemos que esa es una de las grandes paradojas de la nieve: es algo tan maravilloso y fascinante, como cargado de problemas.
Imagen | AEMET
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Segun xataka.com
