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Durante la década de los 2000, España fue el país de acogida para muchos ciudadanos de Rumanía. Con la burbuja inmobiliaria a punto de estallar y una crisis financiera en ciernes, el panorama en España seguía siendo mejor que el que vivía la economía rumana. Ahora, dos décadas más tarde, aquellos emigrantes regresan a una Rumanía en crecimiento dejando a España sin una valiosa mano de obra cualificada.
El éxodo rumano. Según datos de Eurostat, entre 2010 y 2013, la población de Rumanía se redujo en más de dos millones de personas. Buena parte de esas personas habían emigrado a países como España, Italia, Alemania, Austria o Israel.
Según los datos del INE sobre población extranjera residente en España de junio de 2013, la comunidad rumana era la más numerosa en 2012 con 798.970 personas de esa nacionalidad, seguidos de cerca por la nacionalidad marroquí con 771.632 personas. Los últimos datos de 2024 disponibles revelan que, en la actualidad, la población de rumanos residentes en España apenas supera las 620.463 personas.
Mano de obra cualificada. La mayor parte de aquellos migrantes que llegaron a España en los primeros años de los 2000 lo hacían huyendo del paro y la mala situación económica que registraban sectores como la construcción o la agricultura en Rumanía.
Estos nuevos trabajadores se incorporaron como mano de obra para esos sectores en España, y la segunda generación de esos ciudadanos se formó para convertirse en mano de obra cualificada para el mercado laboral español.
El milagro rumano. En los últimos años, la situación económica en Rumanía ha dado un vuelco. "Cuando los rumanos derrocaron su régimen en una rápida (y violenta) revuelta en diciembre de 1989, era uno de los países más pobres de la Europa dominada por los soviéticos. Ya no es así. Después de un comienzo lento, las reformas de libre mercado de Rumania entraron en vigor. La economía del país se ha cuadriplicado en tamaño desde 1989, y se ha unido a la OTAN y a la UE", señalaba Daniel Fried, exembajador de EEUU en Polonia en un informe para Atlantic Council.
Según datos del Banco Mundial, el PIB Per Cápita ajustado por paridad del poder adquisitivo (PPA) de Rumanía ha pasado de 13.313 dólares en 1990 a 40.666 dólares en 2023, frente a los 31.639 dólares que España registraba en 1990 y los 47.142 dólares de 2023. La diferencia más notable en el PIB de ambos países se registraba precisamente en el periodo de mayor migración de rumanos a España, entre los años 2000 y 2012. Es lo que Csaba Balint, miembro del Consejo de Administración del Banco Nacional de Rumanía (BNR), calificó de "época dorada" de la economía rumana.
La vuelta a casa: éxodo 2.0. En los últimos años, la bonanza económica y el crecimiento que ha experimentado Rumanía ha construido los mimbres para que, aquellos primeros migrantes que llegaron a España en los 2000 regresen a su país, tal y como los españoles que emigraron en los 60 y 70 volvieron años más tarde.
Según los datos migratorios del INE, solo entre 2023 y 2024 la población de extranjeros con nacionalidad rumana se redujo en 9.292 personas, encadenando la tendencia descendiente de los últimos cinco años.
Esta fuerza laboral está ahora mucho mejor formada y es más productiva que la que llegó a principios del milenio. El retorno de los ciudadanos rumanos a su país es un factor más de la escasez de mano de obra que registra el sector de la construcción, ya que buena parte de esta población migrante eran albañiles, carpinteros, electricistas o fontaneros.
Imagen | Unsplash (aboodi vesakaran, Jimmy Nilsson Masth)
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Segun xataka.com