#crypto #cryptomonedas #bitcoin
El 2024 para Bitcoin se puede resumir en tres actos. El primero, un arranque enérgico impulsado por la fiebre de los ETF. La expectativa, más que la realidad, fue el combustible principal. Luego, llegó una fase de lateralización con cierta inclinación bajista, un período de calma tensa donde el mercado pareció contener la respiración. Finalmente, el último trimestre irrumpió con fuerza, destacando un noviembre sencillamente espectacular. Un cierre de año que compensó con creces la meseta anterior y dejó una gran expectativa: la promesa de un 2025 muy interesante, pero con un camino lleno de zigzags.
Primera etapa
El primer trimestre de 2024 fue, en realidad, la extensión del último tramo de 2023: un período marcado a fuego por la inminente aprobación de los ETF de Bitcoin. Tras una larga novela de negativas por parte de la SEC, la esperanza se había instalado en el mercado. Y como bien sabemos, las subidas importantes suelen gestarse en la anticipación, no en la confirmación. Aquí se cumplió el viejo adagio bursátil: "compra el rumor, vende la noticia". Las alzas previas a la luz verde regulatoria fueron significativas, pero una vez obtenida la aprobación, las ganancias fueron, para ser honestos, bastante discretas. El mercado ya había descontado el evento, y la realidad, aunque positiva, no superó las expectativas ya infladas. Un clásico del mundo financiero que se repitió una vez más con Bitcoin como protagonista.
Segunda etapa
La segunda etapa de este 2024 para Bitcoin fue, sin duda, peculiar. Una fase de sensaciones encontradas, donde la falta de catalizadores positivos claros impidió un nuevo impulso alcista. No había noticias lo suficientemente contundentes como para encender la mecha. Sin embargo, tampoco se desplomó. ¿La razón? Probablemente una combinación de factores. Por un lado, un cierto optimismo macroeconómico generalizado que mantenía a flote los mercados. Por otro, y quizás más importante, el comienzo del recorte de tasas por parte de la Reserva Federal. Esta política monetaria más laxa suele ser favorable para los activos de riesgo, incluyendo a las criptomonedas. Así, Bitcoin entró en una suerte de limbo, un letargo sin una dirección definida, ni alcista ni bajista en términos absolutos. Una pausa antes de la tormenta, o quizás, antes del próximo capítulo.
Tercera etapa
La tercera y última etapa de este 2024 tuvo un noviembre sencillamente espectacular. El protagonismo se centró en el resultado electoral en Estados Unidos, con las expectativas generadas por el cambio de administración. Se respiraba un aire de optimismo ante la promesa de una regulación más favorable para las criptomonedas, la posibilidad de un fondo de reservas estratégicas e incluso un director de la SEC con una postura más abierta hacia el sector. Este cóctel de buenas noticias impulsó un verdadero boom.
Sin embargo, la euforia se desinfló en diciembre. La Reserva Federal anunció que no preveía muchos más recortes de tasas, quizás solo dos. Este jarro de agua fría desanimó al mercado, que esperaba una política monetaria mucho más expansiva. La ilusión de un flujo constante de liquidez se evaporó, dejando un sabor amargo y recordando que, en los mercados, las expectativas a veces juegan malas pasadas.
El boom AI
Este 2024 fue, sin duda, el año de la inteligencia artificial. El entusiasmo desatado por esta tecnología, con gigantes como Nvidia, Microsoft y OpenAI a la cabeza, impulsó no solo al sector tecnológico, sino también al mismísimo S&P 500. Y este auge, de alguna manera, también benefició a Bitcoin. El optimismo generalizado de los inversores, esa sensación de que "algo grande está pasando", se contagió indirectamente a la inversión en activos de riesgo, incluyendo a las criptomonedas. Es como una marea que sube y eleva a todos los barcos.
Sin embargo, la IA también representó una distracción y, en cierto modo, una competencia para Bitcoin. El boom de la inteligencia artificial acaparó gran parte de la atención, desviando las miradas del mundo cripto. Bitcoin, que en su momento fue la gran novedad disruptiva, de repente ya no se sentía tan revolucionario. La IA le robó algo de protagonismo, ofreciendo una narrativa aún más fresca y prometedora. Es la naturaleza cíclica de la atención en los mercados: siempre hay una nueva estrella que brilla con más intensidad, al menos por un tiempo. La IA se convirtió en esa estrella en 2024, dejando a Bitcoin en un segundo plano, aunque sin eclipsarlo por completo.
Últimos días
Este año, el famoso "rally de Navidad" brilló por su ausencia, o, mejor dicho, se adelantó. Tuvimos un noviembre tan explosivo que, para las últimas semanas de diciembre, los mercados ya estaban exhaustos, digeridos. Estas últimas jornadas se caracterizaron por la falta de volumen, la baja volatilidad y, en general, un ánimo bastante plano.
En otras palabras, todo el mundo esperando que se acabe el año. Para Bitcoin, en términos generales, esto no fue negativo. Si bien no hubo un empujón final, tampoco se registraron caídas importantes. Simplemente, una pausa lógica después de un período de gran actividad, un respiro antes de encarar el nuevo año con nuevas expectativas. Se podría decir que Bitcoin llegó a la meta sin el sprint final, pero con la carrera bien encaminada.
La semana pasada vimos un ligero sell-off en el sector tecnológico, con resultados mixtos que dejaron cierta incertidumbre. Todo apunta a que estos últimos días continuarán la tendencia de la semana anterior. No se esperan grandes cambios, sino más bien una continuación de esa presión vendedora, aunque habrá que estar atentos a cualquier noticia o dato que pueda cambiar el rumbo. En fin, cautela y seguimiento de cerca al sector tecnológico en esta recta final.
Conclusión
Enero está a la vuelta de la esquina y, como siempre, genera expectativas. Este mes podría marcar la pauta para todo el año, especialmente porque coincide con el inicio de los primeros 100 días de la nueva administración en los Estados Unidos, un período que históricamente suele estar cargado de novedades y, a veces, sorpresas. Estaremos atentos a los movimientos del mercado y a cualquier señal que nos permita anticipar lo que nos depara el 2025. ¡Feliz y próspero año nuevo!
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
source
Según es.cointelegraph.com