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Una cooperación entre las agencias de explicación espacial china y francesa está a punto de lanzar una sonda para explorar las ráfagas de rayos gama, los eventos cósmicos más potentes que conoce la humanidad. Se trata del futuro telescopio SVOM (Space-based multi-band astronomical Variable Objects Monitor).
Una década de colaboración. Los instrumentos franceses destinados a la misión SVOM se encuentran ya a la espera de su en traslado a China y posterior montaje en el futuro observatorio espacial. Esto supone un importante paso en una colaboración que comenzó en 2014 entre la Administración Espacial Nacional China (CNSA) y el Centre national d’études spatiales (CNES) francés.
Se trata de dos de los instrumentos que portará la sonda para analizar las ráfagas o estallidos de rayos gamma (GRB), el Telescopio Microcanal de rayos-X (MXT), y el telescopio ECLAIRs. Entre los dos instrumentos detectarán, localizarán y observarán las ráfagas de rayos gama en diversas frecuencias del espectro.
La sonda se completa con el instrumento GRM, para medir el espectro de las ráfagas más energéticas y un telescopio en la frecuencia visible, VT, para observar el rastro que dejan las ráfagas de rayos gamma en el espectro visible. Estos dos instrumentos están siendo desarrollados por los equipos chinos.
Casi una tonelada. China también será la encargada de poner el artilugio en órbita. Un cohete Larga Marcha 2C será el que levante los 930 kg del satélite hasta su nuevo destino en la órbita baja terrestre, a una altitud de unos 625 km.
El vehículo partirá desde la base de Xichang a finales de este año si los planes avanzan como deben. A partir de ahí comenzará una misión de tres años que podría ser extendida otros dos si se dan las condiciones adecuadas.
En busca de las ráfagas. Los estallidos de rayos gamma o GRB son los eventos más energéticos que hemos podido observar en el universo. Creemos que estos estallidos son una suerte de “grito de nacimiento” de los agujeros negros.
Los GRB serían el remanente de un tipo de supernova conocido como hipernova, que ocurriría al final de la vida de estrellas de una masa entre cinco y diez veces superior a la del Sol. Se cree además que solo estrellas con velocidades de rotación particularmente altas son capaces de desatar estos fenómenos al final de sus días.
Por su naturaleza súbita y fugaz, estos estallidos son difíciles de analizar, pero en los últimos 30 años hemos sido capaces de analizar varios. Un ejemplo importante lo observamos hace unos meses, cuando detectamos una ráfaga procedente de un evento acontecido hace “tan solo” 1.900 millones de años.
Acuerdo poco frecuente.
La noticia también destaca por lo poco habitual que es ver colaboraciones entre las agencias espaciales chinas y las europeas. El motivo es el veto que el Congreso de los EE UU impuso sobre cualquier colaboración en materia aeroespacial con el gigante asiático. Este veto afecta a terceros países puesto que impide que se embarquen en proyectos con las agencias chinas cuando la NASA está involucrada.
A pesar de ello este no es el único ejemplo de cooperación entre China y distintos países europeos. El observatorio de Rayos X Einstein Probe (EP) cuenta también con la colaboración de Reono Unido y Francia, mientras que el observatorio POLAR (Gamma-ray Burst Polarimeter), contará con colaboración francesa, polaca y suiza.
Imagen | SVOM collaboration
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Segun xataka.com