Apple está buscando su próxima revolución, pero no la encuentra. El coche se le resiste, y la que parecía su gran apuesta a medio plazo, las gafas de realidad aumentada, han sufrido varios retrasos. De hecho, ahora se produce el enésimo.
Pausa indefinida. Fuentes cercanas al proyecto indican en Bloomberg cómo esas gafas, que serían algo así como unas Google Glass supervitaminadas, se han retrasado de forma indefinida. Esperábamos verlas este mes de enero, pero de eso nada.
Problemas técnicos. Apple se está enfrentando a un verdadero reto a la hora de plantear un producto tan ambicioso y que además sea amigable para los consumidores.
El sueño se desvanece. Las gafas de realidad aumentada serían teóricamente ligeras —al estilo de las OPPO Air Glass— y mucho menos aparatosas que las gafas de realidad virtual o mixta que preparan. La idea, de hecho, sería que los usuarios pudieran usarlas todo el día, pero ese objetivo parece ahora más lejano que nunca. Quizás inalcanzable.
Batería a lo Leap Motion. Para alargar la autonomía de la batería y evitar más peso en las gafas, en Apple están planteando que la batería sea externa, conectada por cable a esas "Apple Glass" y que podríamos tener guardada en un bolsillo. El concepto es el mismo que Magic Leap ya utilizó con sus gafas de realidad aumentada, que fracasaron como producto para usuarios finales y ahora están orientadas al segmento profesional.
Y mientras las de realidad mixta avanzan. Apple estaba trabajando en ese proyecto, pero antes iba a lanzar unas gafas de realidad mixta. Ese proyecto sigue en marcha, pero ahora el enfoque parece destinado a crear un modelo algo más asequible que debería aparecer en 2025 o 2025.
Demasiado caras. Los rumores apuntaban a que esas gafas de realidad mixta costarían unos 3.000 dólares. Ese precio se debía al uso de pantallas de gran resolución, más de 10 cámaras, sensores e incluso chips como un M2 —se habló también de los M1 Pro— y otro dedicado para gestionar la visualización de realidad virtual y aumentada.
Recortes. Para lograr abaratar el producto, Apple parece estar ahora contemplando el uso de chips del iPhone —y no los M2— además de otros recortes en otras áreas como las pantallas. La idea sería competir con las nuevas Meta Quest Pro, que cuestan 1.500 dólares.
Marcas registradas. Apple ya registró los nombres "Reality Pro", probablemente dirigido al modelo inicial, y "Reality One", quizás destinado a una versión más asequible. También existe un registro para "Reality Processor", que probablemente estaría asociado al chip especializado para esa gestión de la visualización de la realidad aumentada o virtual.
Imagne: Martin Hajek