Elon Musk previó nuestro aterrizaje en Marte para 2026. Así de cerca (o de lejos) está de acertar

Elon Musk previó nuestro aterrizaje en Marte para 2026. Así de cerca (o de lejos) está de acertar

2022 ha sido sin duda un año intenso para Elon Musk. El motivo principal ha sido Twitter, pero las empresas del magnate son más que sus compañías y una de estas se sitúa más allá de la última frontera: Marte. Ha llovido mucho desde entonces, pero los planes avanzan. Poco a poco eso sí.


Entrevistado en 2021 por la revista Time, que acababa de nombrarlo persona del año, Musk aseguró que el ser humano llegaría al planeta rojo en un lustro a lo sumo: "Me sorprendería si no aterrizamos en Marte dentro de cinco años". El empresario ha tenido que concentrar su atención en otras aventuras, pero SpaceX ha seguido trabajando en algunos de los elementos clave para una futura misión a Marte.

El primero: Starship. La nave que debería llevar a los humanos a pisar un planeta ajeno al nuestro podría estar casi lista. “Tenemos una oportunidad a finales de febrero. Un intento de lanzamiento en marzo parece altamente probable” aseguraba Musk la semana pasada. Esto implica ya algunos meses de retraso si tenemos en cuenta que hace poco menos de un año la esperanza era la de poner Starship en órbita antes de finalizar 2022.

Starship consta de dos elementos. La nave propiamente dicha y una primera etapa de nombre Super Heavy. Ambas etapas del cohete se encuentran ya ensambladas en Starbase, el centro de operaciones de SpaceX en el sur de Texas donde la empresa ha estado experimentando con ambos vehículos.

Ambos elementos del cohete son en principio reutilizables. Si todo va según lo planeado la primera etapa, Super Heavy amerizará sobre el golfo de México, mientras que Starship completará una órbita hasta llegar a aguas del Pacífico oriental. Otro apunte a tener muy en cuenta es que el de este año será el primer vuelo conjunto de Starship y el Super Heavy, pero también será el primer vuelo de Starship en casi dos años.

¿Y la Luna? Pero Starship tiene una misión pendiente, más cerca, en la Luna. La nave de SpaceX se convirtió en el aterrizador elegido por la NASA para intentar el descenso a nuestro satélite. Aunque Musk hablaba de 2024 como del año de la llegada de Starship a la Luna, los planes de la NASA tampoco parecen seguirle el paso.

La primera misión Artemis partió el pasado mes de noviembre a bordo de un cohete SLS. Será el SLS el cohete que envíe a los astronautas del programa sucesor del Apollo a la órbita lunar. Viajarán en una cápsula Orión pero, según los planes, será Starship el vehículo que utilicen para su descenso al satélite.

Según los calendarios que maneja la agencia espacial estadounidense, la tercera misión Artemis, la que aterrizaría en la Luna, podría llegar en torno a 2025 o 2026. Imaginar al humano llegando a Marte antes de su regreso a la Luna parece difícil.

Una civilización interplanetaria

El objetivo último de Musk es convertir a la humanidad en una especie interplanetaria. Aunque conocemos ya diversos exoplanetas candidatos a albergar unas condiciones vitales semejantes a las de la Tierra, Marte tiene una ventaja: está cerca.

A pesar de ello las desventajas son notorias. El planeta rojo carece de atmósfera y no puede protegernos de la radiación solar como lo hace la Tierra ya que no cuenta con una magnetosfera como la nuestra. Su campo magnético no es comparable al nuestro, lo que implicaría una necesidad de aislamiento hoy por hoy fuera de nuestro alcance.

Terraformar el planeta rojo tiene otro problema. Sabemos que Marte contó con grandes reservas de agua que se esfumaron. Una explicación posible es que la gravedad ejercida por el planeta vecino no sea suficiente para mantener una hidrosfera propiamente dicha. Por eso los grandes depósitos de agua habrían dejado solo tras de sí hielo en los polos y posiblemente depósitos subterráneos.

Acertar al poner fechas a los avances y descubrimientos por venir es más cuestión de suerte que de atino. Más todavía cuando proceden de partes interesadas. A pesar de ello la llegada de la humanidad a Marte parece al alcance de nuestra mano.

El (costoso) éxito de la primera misión Artemis y otros recientes avances en ingeniería espacial como la puesta en órbita del telescopio James Webb y la nueva estación espacial china Tiangong invitan a cierto optimismo.

Es probable que veamos antes a Marte llegar hasta nosotros. Dos misiones, una euro-estadounidense y otra china han puesto 2033 como fecha para el retorno de muestras de suelo marciano a la Tierra. Musk aún tiene margen para adelantarse, quizá siempre y cuando sus otras empresas se lo permitan.

Imagen: SpaceX


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